Muchas aplicaciones de los sistemas Linux le permiten, modificando los ficheros que contienen la información de configuración, modificar su comportamiento. Estos ficheros de configuración pueden contener información de inicio, parámetros de tiempo de ejecución, y otros datos concernientes a la finalización de la aplicación. En general, el nombre de un fichero de configuración está basado en el de la aplicación cuyos parámetros contiene. Esta convención para los nombres le permite determinar más fácilmente qué fichero de configuración contiene parámetros para una aplicación dada.