Una peculiaridad de Vim es que no permite abandonar un buffer que haya sufrido modificaciones sin que expresamente indiquemos si queremos guardar dichas modificaciones o descartarlas. En el caso de que lo intentemos se generará un error.
Esta regla se aplica a todos los casos en los que un buffer modificado va a ser descargado de la memoria, cosa que ocurre: cuando indicamos el comando 0 0«q0 0» (salir de Vim), cuando intentamos abrir un fichero nuevo (0 0«e0 0») o cuando teniendo varios ficheros en memoria intentamos pasar de uno a otro (0 0«:next0 0»). En todos estos casos debemos guardar los cambios antes o indicar, mediante el carácter 0 0«!0 0» que queremos descartar los cambios.