A todo lo que teclee tras el indicador del intérprete, y antes de teclear Enter, se le denomina línea de órdenes. Se trata de una línea de texto que ordena a la computadora que haga algo. El intérprete seleccionado por omisión en Debian ofrece ciertas funcionalidades para facilitar la introducción de órdenes.
Puede ir navegando por órdenes anteriores para ejecutarlas de nuevo, o modificarlas ligeramente y ejecutarlas entonces de nuevo. Pruebe a hacer esto: introduzca una orden cualquiera, como whoami; pulse la tecla de Flecha Arriba. La orden whoami reaparecerá en el indicador o prompt del intérprete. Puede teclear Enter para ejecutar whoami por segunda vez.
Si introdujo varias órdenes, puede continuar presionando la tecla de Flecha Arriba para volver sobre sus pasos. Puede pulsar la tecla de Flecha Abajo para moverse en sentido inverso, hacia las órdenes más recientes. Si no hay más órdenes hacia las que dirigirse, el equipo emitirá un pitido.
Podrá también desplazarse por la línea de órdenes para hacer modificaciones. La forma más sencilla es mediante las teclas de desplazamiento a izquierda y derecha. Pruebe a teclear whoasmi en vez de whoami, y utilice la tecla de desplazamiento a la izquierda para retroceder a la letra s. Puede borrarla con la tecla Delete o Backspace.
Existen muchas prestaciones avanzadas (no es necesario que las memorice todas ahora, de todas maneras). Pruebe a teclear Ctrl-a. Esto le lleva al principio de la línea. Ctrl-k (donde la k viene de ``kill'', matar) elimina todos los caracteres hasta fin de línea; pruebe a hacerlo desde la mitad de la línea de órdenes. Utilizando Ctrl-a y seguidamente Ctrl-k, puede borrar la línea de órdenes al completo. Ctrl-y pegará lo último que haya borrado, reinsertándolo en la posición actual del cursor (y proviene de ``yank''; tirar, como en «tirar de la cuerda»). Ctrl-e desplazará el cursor al final de la línea de órdenes.
Adelante, practique la edición de la línea de órdenes para que le pille «el tranquillo». Experimente.